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Los Diez Mandamientos de DIOS y el Sermón de la Montaña de Jesús de Nazaret (Tapa blanda)

Editorial Gabriele
ISBN: 978-3-96446-288-6
Nro. de artículo: S182TBes
224 págs.
Información sobre el artículo
Los Diez Mandamientos de Dios de Moisés, y El Sermón de la Montaña de Jesús de Nazaret, profundizados y explicados con palabras de la época actual por la profeta Gabriele
El Sermón de la Montaña y los diez mandamientos profundizados como sencillas instrucciones para la vida dadas desde el Reino de Dios, explicadas con las palabras de nuestro tiempo, pueden cambiar nuestra vida a mejor.
Los Mandamientos de Dios no contienen ninguna prohibición, porque el Espíritu Libre es la libertad, que dice: Toda persona tiene la libertad de
aceptar las indicaciones de Dios y vivir correspondientemente, o bien de dejarlas.
Son una oferta de Dios, del Espíritu Libre, a nosotros los seres humanos, para que vivamos conforme a ellos, para que mediante el beneficio de obtener una ética y moral más elevadas, aprendamos a entender lo que significan la justicia, la unidad y el amor a Dios y al prójimo.
Quien recorre el camino de los Mandamientos de Dios,también ennoblece sus sentidos y desarrolla una perspectiva de vida más elevada; comprende
que la naturaleza y los animales también pertenecen a la unidad divina. Los Mandamientos de Dios vividos originan libertad y beneficio para
la vida.
De la introducción:
La letra solo se vuelve viva cuando el ser humano comienza a cumplir los Mandamientos. Con ello va madurando poco a poco en la Ley omniabarcante del amor y de la vida. Solo quien cumpla los Mandamientos con el corazón y en el espíritu del amor, reconocerá la Ley omniabarcante y encontrará así la verdad, que se encuentra dentro del alma del ser humano. (pág. 10)
De las explicaciones sobre las reglas para la vida del Sermón de la Montaña
«Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian». Cada persona debería ver en cada uno de sus semejantes a su prójimo, a su hermano o a su hermana. También en los enemigos aparentes deberíais ver a vuestro prójimo y esforzaros en amarlos de forma altruista. El enemigo aparente puede serte incluso un buen espejo para el autorreconocimiento, cuando tú te irritas a causa de la hostilidad –que puede tener muchas caras–; pues cuando algo os irrita en vuestro prójimo, hay algo igual o parecido en vosotros. (pág. 124)
También disponible como ebook



